Me encanta la palabra ave porque además de que es mi nombre al
revés, es la primera palabra que escribí. Yo estaba en el diario de
mi papá cuando trataba de escribir mi nombre y escribí ave, se lo
mostré a mi papá y le pregunté ¿lo escribí bien? Y él me dijo que no,
que había escrito mi nombre al revés.
Pero algo curioso es que yo no entiendo a las aves, se posan en el
árbol y miran el sol aunque las ramas estén desnudas.
Ellas o ellos siempre están ahí, posando en las ramas, viendo el sol
brilloso tarde y día, y cuando llega la noche las palomas, golondrinas
y las calandrias se despiden de su amigo, y saludan a la luna antes de
ir a sus nidos a dormir con sus pichones.
Al llegar la mañana, extienden sus alas y vuelan en busca de comida.
Vuelven al nido con alguna que otra lombriz para dar de comer a sus
pequeños, después se posan en la rama de un árbol desnudo por el
otoño y cantan una serenata al pie del sol que está saliendo entre las
montañas. Y el sol los saluda con su calor en la dulce mañana que
hace que las aves lo admiren.
Y lo mejor para un pichón es volar para saludar al sol al pie de una
rama y despedirlo con una serenata.

Te cuento que en latín, una lengua muerta que ya no se habla en el mundo pero que nos sigue influenciando, AVE significa "salve" ♥