Mi viaje a Marte

Hola, me llamo Marla.

Todo empezó como una noche cualquiera. Estaba viendo vídeos sobre el espacio, un rato después oí ruidos molestos, fui a ver, no había nada. Me volví a sentar en el sillón y esta vez sentí un pinchazo en el hombro. Empecé a ver borroso, vi la cara de quien me pinchó, pero tampoco tanto. Vi un rostro oscuro. Lo único que pude ver es que tenía cabello corto, ojos marrones y, en la mano, un bolso dorado. Y me dormí. Desperté en un lugar extraño, no podía explicarlo: lucecitas, unos cálculos, letras, números... Un cartel decía Aterrizaje exitoso. ¿Qué aterrizaje? No entendía nada, pero nada. Por fin encontré un botón que decía abajo Botón para abrir. Lo apreté, se abrió y en vez de estar en mi cuarto o en el sillón me encontré en algo que parecía un ataúd. Miré a mi alrededor y vi muchísimos ataúdes. En unos segundos mi di cuenta de que ¡eran cápsulas! Cápsulas de verdad. Había tantas que no podía contarlas.

Seguí. Encontré cuatro habitaciones y la primera estaba llena de satélites y un cartel que decía Para lanzar. Sé que dije esto muchas veces, pero no lo entiendo. Ya tenemos satélites en el planeta. Entré a otra habitación y vi un tanque de oxígeno, medía más de 80 metros. En la tercera me encontré con un laboratorio. Y en el cuarto lugar vi unos trajes espaciales. Espera, ¡por Dios!, ¡trajes espaciales!

Cada traje tenía una inscripción: La NASA. ¿Qué tenía que ver la nasa la NASA? La NASA fue la que lanzó el cohete Apolo 11. Ese cohete, con varias personas, fue el primero que aterrizó en la Luna. Me puse un traje y salí. ¡¿Qué?! Esto no parece la Tierra, se parece... ¡oh por Dios, es Marte! ¡No puede ser! ¿Cómo llegué hasta aquí? Mmm.

De repente oí a alguien. "Hola, bienvenida a Marte. Le contesté "hola" y le pregunte "¿cómo llegué aquí?". "Bueno, te cuento -me dijo-, algo empezó a afectar nuestro planeta. Empezó en Italia, había terremotos, pero muy fuertes, tan fuertes que hubieran podido hacer caer cuatro rascacielos a la vez De inmediato, los científicos fueron a su laboratorios, investigaron por semanas, meses, años, mientras los terremotos expandían por todo el planeta. Y no sólo terremotos, también unos volcanes que jamás expulsaban lava y una vez explotaron".

Y siguió: "Después, el terremoto llegó a San Juan. Sí, sí, había muchos terremotos así que llevamos a todo San Juan y al resto del mundo al Planeta Rojo. Para que no se asustaran de viajar a otro planeta, los tuvimos que llevar dormidos . Yo fui quien te pinchó".

"Ah, claro", contesté. "Ya sabía que esos ojos se me hacían familiares y el cabello corto. Bueno, ya todo explicado". Y continué: "¿puedo hacer cosas para el planeta?". Me dijo "sí, y me dijo que se lamaba María".

Entonces empecé a abrir las cápsulas. ¡Qué bueno que estaban María y otros astronautas para ayudarme a abrir todas las cápsulas! A cada uno le dimos trajes espaciales para que pudieran respirar por Marte. Al prinicipio teníamos que usarlos todo el tiempo, hasta que crearon oxígeno artificial y valla si que la Tierra es un infierno. Le pregunté a María y me dijo que nuestro planeta en dos años se romperá. Yo veo que el proceso lleva un año, desde que empezaron los terremotos.

Dos años después, llegó la muerte de nuestro planeta.

aunque fue doloroso ver nuestro planeta destruirse si que tuvimos un espectaculo

Aún falta mucho por hacer.

Esa es mi historia.